
FURIA desteñida
ahogada hace mil años,
grieta vaciada de agua y sal
un vaivén en constante cambio,
un encuentro,
nido de rocas
cuna de memorias
espejo del sol y la luna
reflejo interno
escolta solitaria en un desierto de agua,
montañas de espuma que se elevan al choque
fondo insondable que nos sujeta al clavado
brisa que arde
brillar verdoso a la aurora,
escultora de la nada,
del respiro
oscilaciones de ausencias nombradas recuerdos,
desahogo a la caída libre de las piedras sostenidas:
la caída del crepúsculo
la caída del alba
que pinta el manto azul de un rojizo encuentro con la noche.
Tiempo en forma de gota que
se deshace en las manos
campo de encuentro, relámpago inmóvil de navíos
una fisura del presente
una onda perpetua
un punto donde los tesoros encuentran su esperado entierro
un cuerpo provocador de cucarro
termino
e inicio de la Tierra
línea que define, limita.
Expresión de un instante
enronquecido trueno a la caída de los muros de linfa,
brazos que rodean lo ilimitado, lo desconocido.
Calma acrecentada con cada sentido distraído
con cada roce,
un roce salado en el oído
una caricia colorida en los ojos
una voz que abraza
lo desconocido del fondo, de un mundo no dicho,
de uno
del mar.
Comments